El guardaparque brasileño Vilmar Grutzmann realizó un llamado de prevención y cooperación a los colegas argentinos, frente a un nuevo hecho de delito ambiental ocurrido el fin de semana, durante un operativo de rutina realizado dentro de los límites del Parque Estadual Do Turvo (localizado en el municipio de Derrubadas), en la que incautaron una embarcación y equipos (carretillas, líneas, anzuelos y carnadas) para la pesca ilegal en el sitio, sobre el margen del Río Uruguay. “Desde el lado argentino, frente a los Saltos del Moconá, a la altura del Lote 8, Colonia Pepirí, empezamos a recibir disparos cuando estábamos realizando el secuestro y fiscalización de una embarcación detectada dentro de los límites del Parque Estadual Do Turvo”, aseveró en su relato.
Por Patricia Escobar
BRASIL Y ARGENTINA (20/10/2018).- El guardaparque brasileño Vilmar Grutzmann expuso que “durante un operativo realizado ayer del lado brasileño, frente a los Saltos del Moconá, a la altura del Lote 8 y Colonia Pepirí, al momento de secuestrar una embarcación y equipos recibimos disparos de armas desde el lado argentino». A su vez, advirtió que «hay mucha gente armada realizando pesca ilegal en el área de conservación estricta. Esta prohibido pescar en la zona para preservar la proliferación de las especies de la fauna ictica, por ello, pedimos colaboración desde la Argentina para adoptar una actitud que permita frenar a los depredadores”, fue el llamado del custodio del Parque Estadual Do Turvo, ubicado en la frontera con Brasil, frente al Parque Provincial Moconá.
Además de invadir áreas naturales bajo estricta categoría de conservación, los guardaparques denuncian que hay mayor presencia de hombres armados que comenten delitos ambientales con la pesca ilegal y la caza furtiva de animales en peligro de extinción en la zona de los Saltos del Moconá, sobre el curso del Río Uruguay, en ambos márgenes de la frontera entre Argentina y Brasil.
El atractivo turístico de los saltos de agua es compartido entre el PP Moconá (entre El Soberbio y San Pedro, dentro de la Reserva de Biosfera Yabotí) y el Parque Estadual Do Turvo, la mayor reserva forestal del estado de Río Grande do Sul, de Brasil.
Del lado brasileño, el parque ocupa un área de 17.500 hectáreas, en la frontera con Argentina. Fue la primera unidad de conservación instituida por ley en el estado, en 1947, hoy la reserva cuenta con más de 700 especies de plantas, casi 30 especies de mamíferos de medio y gran porte y cerca de 300 tipos de aves, además de las cascadas de agua de mayor extensión del mundo, «Salto de Yucuma», con 1,8 mil metros de largo.
El guardaparque brasileño realizó ayer un llamado de prevención y cooperación a los colegas argentinos, frente a un nuevo hecho de delito ambiental ocurrido este sábado por la tarde, durante un operativo de rutina realizado dentro de los límites del Parque Estadual Do Turvo (localizado en el municipio de Derrubadas), en la que incautaron una embarcación y equipos (carretillas, líneas, anzuelos y carnadas) para la pesca ilegal en el sitio, sobre el margen del Río Uruguay. “Desde el lado argentino, frente a los Saltos del Moconá, a la altura del Lote 8, Colonia Pepirí, empezamos a recibir disparos cuando estábamos realizando el secuestro y fiscalización de una embarcación detectada dentro de los límites del Parque Estadual Do Turvo”, aseveró en su relato.
Pero lo más grave es que no se trataría de una situación aislada, sino cada vez más repetida. «De forma cada vez más reiterada nos encontramos con procedimientos donde detectamos el ingreso de argentinos para la caza furtiva y la pesca, y en general estas personas están armadas. Por ello, consideramos necesario reforzar el trabajo conjunto con nuestros colegas argentinos, contar con más personas para el control ambiental. Si bien tenemos un convenio vigente con el Ministerio de Ecología de Misiones y con guardaparques de la reserva Yabotí para patrullajes conjuntos, es necesario trabajar en mayor presencia de fiscalización, más recursos humanos, logística, infraestructura», dijo Grutzmann en contacto con ArgentinaForestal.com
Explicó que “en ese curso del río, desde aguas abajo del área estricta del Parque Estadual Do Turvo hasta los Saltos del Moconá/Yucumá, observamos cada vez más gente armada. Por ello, pedimos a los colegas argentinos tomar alguna actitud o iniciativa de mayor control sobre la pesca en la zona y la caza furtiva, sobre las áreas protegidas compartidas”, reflexionó el guardaparque.
“Estos días encontramos en un operativo más de 60 peces, entre 15 y 20 Dorados, lo que da una gran tristeza ver el avance de la depredación en el área protegida, ya que la pesca desmedida amenaza sobre la proliferación necesaria de aquellas especies en peligro de extinción”, expresó en su llamado de prevención y mayor control ambiental.
En Brasil, en el área protegida está prohibida la pesca en esta época del año, mientras que del lado argentino, la veda se establece habitualmente por temporada, entre noviembre y diciembre.
En el mapa (círculo rojo), en el margen de arriba se encuentran los Saltos del Moconá, y se marca el lugar donde se realizó un procedimiento de secuestro de la embarcación. Del lado de Brasil está el Parque Estadual Do Turvo, y del lado argentino se ubica el Lote 8 de la Reserva de Biosfera Yabotí. Desde el Parque Provincial Moconá hasta el hito fronterizo Pepirí Guazú no hay nadie asignado en forma permanente a un recorrido de control de seguridad, es una zona caliente, de alta pescadería y con procedimientos que llevan adelante los guardaparques del Ministerio de Ecología de Misiones y Gendarmería Nacional. “Bajan hasta ahí muchos pescadores brasileños catarinenses, incluso llegan hasta los Saltos del Moconá”, explican los guardaparques desde el lado argentino.
En el segundo mapa (circulo marrón), a la altura de Colonia Pepirí del lado argentino, se puede observar donde fue el operativo en la que el guardaparque brasileño reclamó que mientras realizaban un procedimiento en los límites del Parque Estadual do Turvo, recibieron disparos intimidatorios.
“Es habitual que esto suceda, es una modalidad de los pescadores argentinos dejar el material del lado brasileño”, confirmó, por su parte, el guardaparque Roni Rosa, del Puesto de El Soberbio, Misiones.
En diálogo con ArgentinaForestal.com explicó que se debe tener en cuenta que “desde la barra de El Paraíso hasta la barra de Yabotí, hay 15 kilómetros de río, y es una zona donde siempre fue de mucha pesca furtiva. Desde la Colonia Pepirí se llega por un camino de fácil acceso al Río Uruguay, situación que favorece a que uno de los principales motivos por el cual exista este alto nivel de conflicto en la zona con el tema de la pesca ilegal”, graficó Rosa.
Por otra parte, respecto al reclamo del colega guardaparque Vilmar Grutzmann, dijo que “es comprensible su planteo, ya que ellos están trabajando en operativos con patrullas del lado brasileño, en los límites de toda la extensión del Parque Estadual Do Turvo -desde antes la barra de Paraíso pasando la barra del Pepirí Guazú- lo que implica muchos kilómetros para la protección de área natural estricta, mientras que del lado argentino en la actualidad la presencia de fiscalización abarca solo el tramo del Parque Provincial Moconá”, indicó el guardaparque misionero.
En este sentido, Rosa agregó que «desde hace varios años solo se hacen operativos de control para “la foto” que hacen llegar a la prensa, pero en realidad, en la actualidad en toda esa zona caliente no hay nadie, por ello, siempre que se hace alguna patrulla se detectan muchos hombres pescando. Históricamente fue una zona donde se han secuestrado muchas embarcaciones de pescadores ilegales. Hace unos años atrás, habíamos instalado desde esta Delegación un sistema de control permanente, con la modalidad de una o dos patrullas por mes en esa zona, a modo de prevención. Pero después, desde el Ministerio de Ecología se modificó esto, y en la actualidad prácticamente no se navega en esta zona protegida, sobre el Río Uruguay. En tanto, los brasileños siguen trabajando sobre la zona, realizando en forma permanente operativos de control sobre toda la extensión del Parque, pero necesitan que se acompañe de la misma manera del lado argentino”, expresó.
Este llamado además se fundamenta en las condiciones actuales en las que se encuentra el curso del Río Uruguay. “Estamos en una época en la que la gente pesca más, desde ahora hasta la veda. Pero es de una manera desmedida, que no permite la proliferación de las especies, por ello también creo que debe debatirse sobre las temporadas de veda. En la provincia, la decisión de «temporada» de veda responde a una cuestión de calendario, y no responde a una cuestión biológica. Con las condiciones climáticas que tenemos y con estas lluvias, si bien no tenemos una precisión de ciencia exacta, pero entendemos por experiencia que la veda debiera adelantarse para noviembre, para preservar el recurso de la fauna íctica que hoy ya está siendo depredada”, concluyó el guardaparque del Puesto de El Soberbio.
Sumado a ello, la zona donde denunció el guardaparque brasileño el secuestro de la embarcación y la presencia permanente de pescadores armados, fue a la altura del Lote 8, en la Reserva Yabotí, territorio en el cual rige un acuerdo de control y fiscalización ambiental especial establecido en el marco de la Alianza Multicultural Público Privada (Gobierno Provincial, la empresa Moconá SA, ONG Internacional y tres comunidades Mbyá Guaraní), donde todos abrazan un objetivo en común: la preservación del área natural en el área de los Saltos del Moconá, en la Reserva de Biosfera Yabotí.